La Segunda Revolución Industrial
La Segunda Revolución Industrial generó grandes cambios en el mundo y en
diferentes esferas sociales, para conocer algunos de ellos da clic en cada
pestaña.
Producción:
A mediados del siglo XIX la
economía mundial sufría cambios trascendentales a causa de la primera
revolución industrial. Tan solo hacia 1840, los Estados Unidos de América
aumentaba su producción industrial emparejándose a lo producido por Gran
Bretaña en la primera mitad del siglo XIX, muestra de la competencia que se
venía dando.
De mediados del siglo XIX en
adelante, se observó la aplicación del binomio carbón-máquina, que se reflejó
en la transportación, tal fue el caso del uso corriente del medio terrestre
como el ferrocarril, y más tarde la navegación marítima. También hubo un
incremento en el uso de las máquinas de vapor en los años de 1840 a 1870.
Muy a pesar de los
estadounidenses, los británicos se mantuvieron por encima en la producción
industrial en comparación con los demás países de Europa Occidental, pero en
una condición similar a la de Estados Unidos hacia 1870.
A partir de
la segunda revolución industrial, los inventos tuvieron una base científica y
experimental, por lo que se requirieron dotaciones mínimas de capital humano.
A partir de este periodo hubo
una aplicación de los nuevos recursos disponibles (energéticos, tecnológicos y
humanos) de tal forma que se desarrollaron procesos de modernización en la
producción, como fue el caso de la aplicación de innovaciones técnicas o
adelantos científicos, por ejemplo el uso del acero al descubrir que era más
maleable que el hierro y mejor conductor de calor. El hierro se empezó a
utilizar en la construcción de vías de comunicación, también en la construcción
de rascacielos. En este sentido, podemos hablar de la extensión del sistema de
fábrica, que se reflejó en la mecanización del proceso productivo.
Mientras la producción
aumentaba, las naciones buscaban extender su influencia a otros mercados y
otras naciones. En 1870 Gran Bretaña produjo 6 millones de toneladas de hierro.
La industria química avanzó en la producción de derivados del petróleo, tales
como la gasolina y el gas, utilizados en los motores de combustión interna.
Esto favoreció la producción de medios de transporte más económicos y más
eficaces. Además se produjeron abonos sintéticos y los conservadores en los
alimentos, aunado al desarrollo de la industria farmacéutica.
También se introdujo el sistema de la división de tareas al interior de las fábricas, el taylorismo; es decir la organización del trabajo en secuencias y el cronometraje para llevar a cabo tareas específicas. Además, Henry Ford agregó la producción en serie a través del montaje de una banda transportadora, es decir algunos trabajadores realizaban una misma tarea, y después pasaban el producto a medio terminar a los siguientes trabajadores, a esto se le llamó fordismo
Población:
Respecto a las transformaciones
de tipo poblacional, Estados Unidos, por ejemplo, pasó de 9 millones en 1820 a
40 millones en 1870, y después, en 1900 pasó a cerca de 80 millones. En cuanto
a la densidad, en Europa, a principios del siglo XX había cuarenta habitantes
por kilómetro cuadrado, doblaba las cifras de Asia, mientras África y América
apenas alcanzaban los cuatro habitantes por kilómetro cuadrado.
Además, hubo bastantes
movimientos migratorios. A finales del siglo XIX, en las últimas décadas
salieron con destino a Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, cerca de cinco
millones de europeos, de los cuales el 60% procedían de Gran Bretaña e Irlanda
y casi un 30% de Alemania. A pesar de que algunos países iban en crecimiento
industrial, no pudieron absorber la población al mismo ritmo, el elevado
volumen de trabajadores desplazados de aquellos otros de menor productividad
(agricultores y artesanos).
Economía y finanzas:
El Estado y las instituciones
financieras, jugaron como agentes impulsores de los procesos de
industrialización. Los Estados conformados en este periodo de transición entre
el siglo XIX y el XX, comenzaron a dilucidar una forma de Estado benefactor,
que comenzó a tomar en consideración el tema de la salud y la educación, los
inicios de lo que en un futuro nombrarían seguridad social.
No solo los empresarios capitalistas impulsaron la modificación de todos los aspectos sociales, el Estado de tipo liberal también jugó un papel importante durante estas transformaciones en Europa y otras latitudes. Los Estados, propiciaron la adopción de sistemas de pesas y medidas de tipo único, también mediante la regulación de las relaciones mercantiles, establecieron nuevos códigos de comercio, tales como las sociedades anónimas.
Las grandes
necesidades de financiación requirieron la ampliación y profundización de las
bolsas de valores, lugar en el que se negociaban las acciones y obligaciones de
esas sociedades anónimas. Además, la promoción de las exportaciones, la
adopción de políticas comerciales que con base en aranceles, pudieran proteger
de la expansión de las actividades industriales frente a otras industrias, es
decir, frente a la competencia de naciones más avanzadas. No solo encontramos
el caso de Inglaterra, sino también el de Francia, Alemania, y Estados Unidos.
En su conjunto, el desarrollo económico, tecnológico, intelectual, social y político, definieron la situación en que se encontraba el planeta. Todo lo anterior posibilitó la integración de los mercados continentales y transoceánicos, una división internacional del trabajo y una convergencia económica de los principales países. Todo esto aumentó el poder económico de Alemania y Estados Unidos, situación que llevó a una disputa por la hegemonía del territorio y del mercado
Línea de montaje de Ford. 1
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